El martes, Noor y yo decidimos escaparnos por un día de la gran ciudad para ir a Vic y poder disfrutar del Mercado Medieval que se hace cada año por estas fechas.
La verdad que no nos esperábamos mucho, pensamos que veríamos cosas relacionadas con la Época Medieval, pero no vimos sólo eso, sino mucho más.
Sólo llegar, el número de personas que vino con nosotros nos hizo saber que eso iba a ser muy grande, con mucha gente y que sería divertido.
Había mucha comida: pellas gigantes, una vaca entera cocinándose, butifarras, calçots, chocolate caliente con coca, queso... y mucho, pero que mucho más.
Lo que más nos gustó, creo que a las dos fue las paraditas de manualidades y estantes de artículos hechos a mano.
Un buen sitio para ir en familia, con los amigos, la pareja... Siempre que a uno le guste visitar lugares nuevos y que no le importa caminar.
(Porque el olivo de la paz cobije todos los problemas del mundo.
La expresión de paz la podéis escribir y colgarla en una branca de este olivo que quiere acoger vuestro testimonio como el mejor regalo.)
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